HISTORIA DE UN COCINERO

Ayer quedé con una amiga para ir a comer a la zona de Gallery Place, también conocida como Chinatown, aquí en DC. Estábamos un poco despistadas y no habíamos decidido un restaurante y después de dar un par de vueltas por la zona buscando una terraza para disfrutar de los 25 grados (si, la semana pasada nevaba y ayer y hoy estamos a 25 grados!!!) y no encontrarla, me entró el antojo de mexicano. Holly, que así se llama mi amiga, conocía uno al final de la calle y para allá nos fuimos. Al entrar, nos dimos cuenta de que íbamos a ser las primeras clientas porque estaba completamente vacío! raro, raro, raro...ya que aquí, la 1.30, ya empieza a ser una hora tardía para almorzar y de repente algo más raro, íbamos a tener a JOSE ANDRES de cocinero!!!! como molaaaaaaaaa!

...el de la tele nos va a cocinar!!! que no...que no nos hizo la comida! Que resulta que José Andrés es dueño aqui en Washington de una cadena de restaurantes llamada "Jaleo" y de la que probablemente ya he hablado, si no yo, lo ha hecho Iñaki. Solemos ir bastante a menudo a comer, porque de los sitios españoles que hay en Virginia y DC, Jaleo es el más auténtico y el de más calidad y el precio es bastante razonable.
Al final no comimos en el mexicano, no en ese, eso si, saludamos a José Andrés, bastante majete, nos pregunto que de donde éramos , que si vivíamos en DC...etc...bueno, las preguntas de rigor para ser educado, supongo que aprendes a hacer esas cosas cuando te haces "famosillo". Me quedaron ganas de decirle que podría organizar alguna cosilla más para españoles en Jaleo, supongo que no le compensará tener a un montón de españoles chillones en los restaurantes cuando no tiene problema en llenarlo de relajados americanos ;)

NEVADA EN WASHINGTON...SI PARECE NAVIDAD

De vuelta a casa. Fue llegar y encontrarme con la realidad, en el resto del mundo existen las estaciones. En Tenerife a 26 grados, de playa y sol, dándome baños en el mar, eso si, el agua muy, muy fría, pero que gusto! y el día antes de volar "I" diciéndome que estaba cayendo una tormenta de nieve tremenda! Yo, asustada por si fuera a tener problema con los vuelos, rezando para que parara. Al final, y sin que sirva de precedente, mis vuelos salieron a sus horas y como novedad no sucedió nada en el trayecto que alterara la hora final de llegada. Eso sí, la bronca de rigor con alguien de la aduana americana, si no, no sería un viaje de verdad para esta tierras! Siempre me toca algun majo en el camino.
Una vez más vine en un mini avión desde el JFK, tengo que decir que esos aviones deben ser más pequeños que los que pone Binter para ir a La Gomera. Yo me siento como si fuera amiga del piloto y nos llevara a dar un paseo. No creo que seamos mas de treinta en el avión. Siempre pienso, un viento y no lo cuento! Por suerte, nunca pasa. Esta vez el vuelo fue especialmente bonito porque Washington estaba toda nevada y aterrizamos por la zona del río Potomac y las vistas de noche eran espectaculares!
Por supuesto poco acostumbrada como estoy a ver ciudades nevadas me parece un espectáculo para enmarcar y esta ciudad tan verde, tan cuidada y limpia, cuando esta nevada, se ve especialmente bonita. Hace dos días volvió a nevar, casi todo el día, y esa la disfruté. Estuve todo el día perdiendo el tiempo, viendo los copos caer. Era la única tonta paseando por la calle a -3 grados disfrutando de esa maravilla! Sacando fotos y muriéndome de frío. Qué triste es hacerse mayor, acostumbrarse a la vida, dejar de disfrutar y perder la ilusión por las cosas simples del día a día!